Ronda es un lugar romántico, un viaje en el tiempo, en el cual te vas a sentir como un viajero de antaño. Sus calles, su gente, su gastronomía, su ocio, su historia, es un todo, propio para que disfrute y quieras volver una y otra vez.
Nuestra ruta por Ronda comenzó por la Plaza de Toros. A pesar de que estamos totalmente en CONTRA de la tauromaquia, quisimos verla por fuera.
La plaza de toros de Ronda es la más antigua de España y está considerada como la más bonita. Fue construida en 1785 como lugar de ejercicio para los caballeros.
Y es que dicen que lo primero que uno dice cuando se asoma al mirador y tiene antes sus ojos las mejores vistas de Ronda es: WOW. La verdad es que las vistas desde allí son espectaculares.
La Casa del Rey Moro, un palacio del siglo XVIII, cuyo interior no se puede visitar actualmente porque está en restauración. Lo que sí se puede visitar son sus impresionantes jardines de inspiración hispano-musulmana diseñados por el paisajista Forestier, famoso por trabajar en el diseño del Parque María Luisa de Sevilla o también el de Montjuic en Barcelona…
Los azulejos de colores, las bonitas fuentes y las vistas sobre el Tajo de Ronda que ofrecen sus terrazas hacen que estos jardines sean un lugar imprescindible que ver en Ronda.